martes, 2 de agosto de 2016

Misantropía y desenfreno.

Desenfreno misantrópico.
Las calles llenas de apariencia
y de miseria las conciencias.
Conciencias llenas de humo y consumo,
como los seres semiautómatas que las recorren.
Rutas monótonas y rutinarias hacia ninguna parte.

Misantropía desenfrenada.
Me asquea el ser humano.
Cree ser el centro del universo,
siendo apenas
una mota de polvo en la grandeza de la existencia.
Me considero humano,
por lo que me asquea mi ser.
Me asquea la indiferencia
con lo que no sale del orden establecido,
El supuesto bien y
lo supuestamente justo,
solo es miedo a lo desconocido.

Sufro la esclavización a la que yo mismo me someto siendo sumiso de la sociedad.
Siempre me ha atraído el caos,
el azar,
lo incontrolable.
Siempre lo he evitado,
esclavo,
desidioso,
indiferente.

Supongo que por eso odio al hombre,
porque no soy capaz de amarme.

Supongo que por eso anhelo el amor,
porque no soy capaz de amarme.