martes, 20 de diciembre de 2016

Antes de irte.

Ahora que estoy seguro
de que jamás escucharás
estas palabras.
 
 
Antes de irte,
descúbreme qué piensas y
qué mundo encierran tus pupilas.
Dime de qué color son tus pensamientos antes de dormir.
Confiésame si crees conocerme.
Juega conmigo al escondite entre letras,
tú la llevas.
Regálame tu aroma en un cruce perenne de miradas,
Antes de irte no te olvides de mí,
y tampoco después.
Antes de irte,
dime te quiero.
Por favor,
dime te quiero pero vete.
Huye de mis garras afiladas y torpes,
de la metástasis de miedos en una mente exánime,
de la inseguridad crónica que padezco.
Evita mirarme
y leerme
y soñarme.
Pero acuérdate de mí.
Antes de irte,
rescátame de mí mismo,
libera al rehén que hace tiempo que tengo secuestrado.
Desata los nudos de mi garganta que me impiden gritar
o ata con rabia una soga a mi cuello.
Antes de irte,
déjame descubrir una ínfima parte de ti,
una vez más.
Pero hazlo antes de irte,
porque amor,
después,
sabrás lo que siento.
 
 
 
 


domingo, 27 de noviembre de 2016

Highway to hell.

Desdichados los ríos que se arremolinan y sucumben a la corriente.
Envidia el camino al atajo sin saberse sabio
y fraguas abarrotadas con lunas de alambre son placebo de suicidas,
que ahorcando su llanto,
piden ayuda.
Necios son los ojos del día,
las farolas,
la luz de relámpagos.
Necios son los verbos y las palabras,
necio el lenguaje y el hombre.
Necios todos ellos pues no saben ver más allá.
Se balancea el silencio entre mis labios inertes.
El viento llorará y las amapolas bailarán sobre mi tumba.
La culpa oxida mi conciencia y mis manos tocan tu recuerdo.
Torpe yo en el intento de silenciar mis pensamientos con notas de piano,
violín
y voces roncas.
Torpe yo entorpeciendo el barajar del cupier del destino.
Tiemblan piernas por el miedo a perderlo todo y los relojes ríen las gracias a bufones bipolares.
Payasos depresivos ríen por no llorar.
Los locos son encerrados por ser locos y matan el tiempo imaginando el color de la libertad.
El tiempo muere con la rapidez del rayo
y el sigilo del sueño.
Mi boca busca tu aroma pero choca con el escozor de pretéritos perfectos.
El eco de mi ego ironiza con promesas rotas por su egoísmo.
Para mis demonios el cielo es un infierno.
Me cago en Dios.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Nada.

Trazo titubeantes pinceladas de oscuridad,
abstracto retrato de la realidad.

Relato el envejecimiento constante de mis sentidos,
la metamorfosis cíclica de una mente ávida de respuestas
que pretende pasar desapercibida por encima del confín de la profundidad.
La descodificación eterna de la esencia de la humanidad,
la aproximación más exacta a una verdadera verdad.

Trazo titubeantes pinceladas de oscuridad
en una inexacta dimensión translúcida.

Veo el sonido del latir de mi corazón desbocado,
la transcendencia nula de letras de un poema suicida.
La imaginación ata una soga a mi cuello acabando con mi vida,
abro los ojos y concluye la deseada huida
hacia la contradictoria perfección.

Trazo titubeantes pinceladas de oscuridad,
el eco de mi alma susurra la manera de inmortalizar la belleza.

Las ratas muerden mis manos y sigo trazando con rudeza,
el aullido de lobos me acerca a la falsa certeza,
de la eternidad de la compresión ajena.
De mis uñas cuelgan con firmeza
dos cadáveres vestidos con camisas de fuerza.

Trazo titubeantes pinceladas de oscuridad
empuñando las plumas de golondrinas desaladas.

Busco, observo, analizo y nada,
busco, observo, analizo y otra vez nada.
Busco,
observo,
analizo,
y nada,
siempre nada.

jueves, 13 de octubre de 2016

Colofón.

El mundano arte de vivir pende de un hilo,
el universo hace malabares con nuestras mentes
y no sabemos si somos.
Los libros quieren decir nada
y la realidad es invisible al saber.
Los cuervos que vuelan entre nuestras costillas
nos privan de la visión del mundo
y aún así puedo verme.
El reflejo de mi ego me persigue,
delirios de grandeza en mis pensamientos,
espejismos de plenitud en mi alma vacía.
Vértigo.
La caída de mi olimpo terrenal es dura,
las partículas de aire no consiguen decelerarme,
mi corazón precipitándose choca contra mi verdad,
mi sombra se cansó de ir detrás de mí,
la sigo yo a ella.
He escrito mi esquela con la podredumbre que encierran mis entrañas,
las ratas se sonríen entre ellas sabiéndome cobarde.
Atenúa la luz del día en los ojos de un muerto,
el hedor social abraza al nacimiento del brillo de farolas con las pupilas,
anochece.
¿Empezará hoy mi sueño eterno?





martes, 2 de agosto de 2016

Misantropía y desenfreno.

Desenfreno misantrópico.
Las calles llenas de apariencia
y de miseria las conciencias.
Conciencias llenas de humo y consumo,
como los seres semiautómatas que las recorren.
Rutas monótonas y rutinarias hacia ninguna parte.

Misantropía desenfrenada.
Me asquea el ser humano.
Cree ser el centro del universo,
siendo apenas
una mota de polvo en la grandeza de la existencia.
Me considero humano,
por lo que me asquea mi ser.
Me asquea la indiferencia
con lo que no sale del orden establecido,
El supuesto bien y
lo supuestamente justo,
solo es miedo a lo desconocido.

Sufro la esclavización a la que yo mismo me someto siendo sumiso de la sociedad.
Siempre me ha atraído el caos,
el azar,
lo incontrolable.
Siempre lo he evitado,
esclavo,
desidioso,
indiferente.

Supongo que por eso odio al hombre,
porque no soy capaz de amarme.

Supongo que por eso anhelo el amor,
porque no soy capaz de amarme.

miércoles, 29 de junio de 2016

Con la sinceridad de los suicidas.

Con la sinceridad de los suicidas,
busco un camino en el que no haya nadie,
ni perro viejo ni dama de esquina,
que me diga,
que merece la pena.
Con la sinceridad de los suicidas,
quiero gritar y que nadie me escuche,
quiero saborear la soledad en todas mis heridas,
por favor, que alguien me salve.
Con la sinceridad de los suicidas,
enjaulo mis depresivas entrañas,
cerquita de mi alma corroida,
entre un millón de sueños.
Con la sinceridad de los suicidas,
no puedo más,
necesito seguir
viviendo.

miércoles, 15 de junio de 2016

Atardecer.

Los sueños de un niño sin infancia
encuentran refugio al calor del infierno
bajo la sombra de cipreses,
en los que ruiseñores mudos quieren cantar.
Florecen amapolas en fosas infinitas
que contienen cadáveres muy vivos
abarrotando la morada de Hades.
No me encuentro entre tantas flores.
En un alarde de cobardía,
cavo la tumba de la inmortal eternidad,
sabiendo que se desvanece fugazmente
pero nunca muere.
Sí, soy cobarde,
y hago equilibrios en la cuerda de mi vida,
sabiendo que no se va a romper.
Sí soy cobarde,
y desafío a esta sabiendo que voy a perder,
viviendo.
Miro al cielo,
la jauría de botellas de cristal
y esquinas transitadas
asustan a un sol que se esconde
en las faldas de la luna.
El horizonte con su incesante rubor apocalíptico
fusila rayos de luz que sangran morfina,
al compás del galopar de las saetas del tiempo.
El baile cromático del día agoniza y el cielo se tiñe de nada.
Qué precioso atardecer.



viernes, 27 de mayo de 2016

Nada es perfecta.

Cae la noche sobre nuestras cabezas,
todo es oscuridad,
desaparece la piedad
y la poesía se viste de luto.
Se abre el cielo,
'mi corazón tiembla,
el existir se tambalea,
y mi corazón sigue temblando'.
Lo predijo un genio con alma de demente,
'los libros hablan y hablan',
y, derrepente,
todo ha acabado.

Arrugo mi mundo,
mi folio está tan blanco
y tan lleno de apocalipsis,
el final de un vacío,
tanta nada llena de nada.

Lapicero en mano clavó versos en un cadáver,
el mío.
Mientras, en mi boca florecen gusanos que han devorado mis entrañas
y la muerte, poeta,
recita unos versos del gran Leopoldo María Panero,
y esboza una sonrisa,
cómplice,
queriendo convencerme de que,
en el reino de los muertos,
eso
es
vida.

martes, 17 de mayo de 2016

Ay.

Cuelgan de mis roídas entrañas,
los cádaveres de dos ratas,
que osaron desafíar a la vida,
en un acto suicida,
comerse mis sueños.
Brotan dentro mío,
entre escombros de un vivir frío,
versos que quieren ser poesía,
y miran a quemarropa los soles de un día,
que se esconden en el misterio de la noche.
Truco sensacional.
Magia irracional.
Eres idealismo y alteridad.
Eres utopía y libertad.
La muerte llora triste en mi ataúd,
cantan cuervos al compás de un laúd.
La primavera llora alegre en mi eterno renacer,
quédate y ayúdame a ser.
Vivir y morir son paradójicamente semejantes,
no se puede morir sin haber vivido antes,
es necesario morir para volver a nacer.
ser o no ser,
esa es la cuestión.

 

martes, 26 de abril de 2016

Metapensamiento acotado.

La sociedad es el pilar de un bucle cíclico que es finito dentro del propio infinito. El hecho de que el propio ciclo social acabe es paradójico ya que no podemos concebir un ser humano sin sociedad, por lo que la propia sociedad que acaba consigo misma hace nacer una nueva.
Cuanto menos existe la sociedad, más existe.
La sociedad es clave para el ínfimo entendimiento de una realidad.
Una sociedad es la base de todo pensamiento. Un ser humano no puede pensar sin una sociedad que le marque como hacerlo. Necesita una identidad, una duda y un objetivo vital.
El propio pensamiento social está marcado por una sociedad que lo retroalimenta con un adoctrinamiento activo.
La manipulación es necesaria y utilizada siempre. Todo está manipulado. La libertad es escasa. La libertad está manipulada. La propia palabra carece de realidad si no la tomamos como una utopía.
Una utopía a su vez es utópica ya que se idealiza dentro de lo imposible.
Todo es imposible.
Un todo absoluto conduce a la nada.
Nada lo es.
Con el hecho del propio existir caminamos hacia no hacerlo.
La vida está idealizada, la muerte está idealizada, el amor está idealizado.
¿Qué fue antes, el amante o el amor?
El amor no puede existir.
El propio raciocinio que pretendemos aplicarle es lo que hace que deje de hacerlo.
No podemos dar nombre a un sentimiento,
no podemos verbalizar un sentimiento ni un pensamiento porque lo banalizamos,
pierde el sentido de su propia naturaleza.
Toda palabra deja de existir sin una sociedad que la determine.
Todo lenguaje es erróneo por un exceso de idealismo.
El idealismo existe.
Todo existir es utópico sin una sociedad.
Toda sociedad es necesaria.

martes, 12 de abril de 2016

Seamos.

Vago por pasillos intrapersonales,
recorriendo cada milímetro de este laberinto emocional
con una minuciosa superficialidad,
sensatamente fuera de mis cabales.
Omnipotente conciencia mía,
que cansada de hablar sola consigo,
deja yermos campos de trigo,
en los que mi sentido de la ética crecía.
Soy atormentado hidalgo,
y busco saciar mi sed de conocimiento,
asomándome vertiginosamente al abismo de mis adentros
con esperanza de encontrar resquicios de algo,
sea cordura o una pizca de locura
para seguir sintiéndome vivo
y nada, una vez más.
Silencio.
Otra vez.
Silencio.
Vamos, entra de una vez en esta cárcel cerrada a cal y canto.
Otorga vida a este cadáver funcional.
Sé tenue luz entre tanta oscuridad.
Y cura de mis paredes las grietas del llanto.
Nunca nadie vio este mi laberinto como un paraíso terrenal,
nunca nadie hizo que me percatase de que cada uno de mis atormentados ojos es un ventanal,
nunca nadie hizo que fuese más yo
y disfrutara de ello.
Alas son lo que me das.
Déjame dormir si esto es un sueño.
Anda, despierta, vayamos a volar.
Mírame una vez más,
Anuda tus pupilas con las mías.
Seamos locos de atar.


lunes, 14 de marzo de 2016

Frío.

Tiritan apenumbrados ojos
entre una interminable bruma,
mientras mi alma como espuma
arrastra, volátil, los despojos
de un ser humano inexistente,
ya que no sabe si es,
si vive,
si siente.
La noche destiñe lágrimas de luna
y las convierte en mar.
Las olas bañan de rocío
el vértigo del sol al despertar.
Y el día pasa,
la noche pasa,
la vida pasa.
La vida es aterciopelada arena
que se escapa entre mis dedos
y llena un reloj
que intenta engañar al tiempo
y cuenta más rápido si estoy junto a ti.
Los jinetes de lo eterno
cabalgan sobre la línea del horizonte
que tan ínfima e infinita,
encierra la melancolía
de este mi poema,
de este mi amar.

domingo, 13 de marzo de 2016

Sin ser, tuyo.

En el silencio de esta noche presa de estrellas,
miran puros tus ojos salvajes,
se despoja tu alma de opresores ropajes,
te llenas de libertad.
Eres siendo y serás.
Yo, soy, sin ser,
ahogándome en mares de ruina
que caben en cuadernos tatuados con tinta china.
Pero tú,
tú eres siendo y serás.
Te siento por un instante mía,
a ti, tan de nadie y tan tuya,
a ti, tan tuya y tan de nadie,
te siento por un instante mía.
¡Qué bonita la vida siendo contigo!
¡Qué cruel realidad lo fugaz,
de este instante al que algunos llaman eternidad!
¿Vida sin ti o muerte contigo?
¿Ser sin ser como he sido
o dejar de ser siendo,
tuyo,
por fin?






miércoles, 9 de marzo de 2016

Romance.

Ronco bullicio al galope
de caballos del destino,
ínfimo cantar de pasos
caminando hacen camino.
Terso sentir de una mente,
que busca evitar su sino,
que busca eterno silencio
para tal estruendo equino.
De incierto y aterrador azar,
sueña con ser asesino,
este trovador de bares,
este amigo fiel del vino.
Las gentes equivocadas,
llaman vida a ruin casino,
donde siempre juega y pierde,
el tintero de un cretino.
Reina de descorazones,
con vivo mirar felino,
déjame amarte de una vez,
sentimiento de hilo fino.




martes, 9 de febrero de 2016

Catarsis.

Veo la triste superficialidad en manos que buscan cuerpos caducas y creen volar,
la falta de relatividad de la belleza,
la exaltación social de una falsa felicidad.
Huelo sinfonías de quejidos encerrados en almas paranoicas,
paradojas que se esconden en pesadillas que no paran de maravillar,
sueños rotos, dolor.

Mientras,
mis tímpanos saborean silencios perceptibles;
el triste blues que la luna llora porque no sabe cantar,
el estruendo por la tormenta de un bucle abstracto cansado de rutina,
la nana que canta la noche al sol cuando se va,
el galopar de los caballos del viento contra quebradas costillas.

Pierdo segundos de vida
que traen a tan volátil mente sin avisar,
la esencia de la eternidad de un instante,
en el que el todo y la nada,
dejan de existir.

viernes, 5 de febrero de 2016

Nana.

El insomnio me sonríe una noche más.
Sentado a mi lado,
celebra victorioso el precioso desvanecer de mis sueños.
A la vez,
aparecen durmiendo en mi cama
hadas aladas que emanan de todas las nadas,
mientras intrusas musas del pecado
tejen una canción en mis pupilas
que se esconden bajo el palpitar de un cruce de miradas
y solo quieren cantar.
La melodía de luz de pupilas atemorizadas
busca en mi ser la esencia de palabras maltratadas por lápiceros de mentiras.
La lujuría, fiel esclava de la lava de noches en vela,
arranca mis cuerdas vocales y me llena de libertad,
la libertad del que tiene tanto que decir y grita en silencio.
El despojo de las cadenas del llanto,
provoca un maravilloso estruendo y no puedo resistir el ponerme a bailar.
Las caricias del ritmo en mi boca,
me llevan a una coda vital.
Mi final,
temido amor inevitable,
se va a consumar.
A mi lado, el insomnio tembloroso,
me susurra al oído.
"Buenos días, es hora de despertar."

lunes, 1 de febrero de 2016

Venir al mundo, al mundo real.

En un mundo cargado de relativismo,
donde el bien y el mal se resume en depende.
En un mundo tan podrido,
con comida de sobras y muertes de hambre.
En un mundo en el que he nacido,
sin que nadie me preguntase si de verdad quería hacerlo.
En un mundo trazado con demasiado excepticismo
en el que ya no se cree en el amor.
En un mundo donde lo más bonito y oscuro es la poesía,
con héroes anónimos que luchan por sentir día a día,
donde para muchos, la felicidad depende de un bolso o un vestido,
mientras para otros depende de la vida de cada uno de sus familiares heridos.
En un mundo donde se valora menos el calor de un abrazo,
el amor de una madre que te arropa en su regazo,
que un trozo de papel,
con un único sentimiento impreso en él,
la codicia.
En un mundo así,
desearía ser libre.

miércoles, 6 de enero de 2016

Vida, no vida y muerte.

Cuando la muerte busque mi ser entre floreciente penumbra,
hablaré de ti.
Cuando sientan mis carnes que el todo y la nada se derrumban,
hablaré de ti.

Cuando la primavera desconsolada llore y cave mi tumba,
hablaré de ti.
Cuando el sol se apague y la poesía sucumba,
hablaré de ti.

¡Ven muerte caprichosa  y contigo llévame!
Estoy listo para cuando llegue la hora,
hora en que sin resistencia alguna cederé.

Pero amor tú no te vayas, no me dejes morir,
porque la vida sin ti no es vida,
porque vivir sin ti no es vivir.