Trastornos que tras tornarse oscuridad
juegan al escondite en las cloacas de la mente.
Entre escombros y basura,
la luz que la sociedad no ha corrompido
corretea en busca de sombras con las que jugar.
El mundo parece siempre translúcido desde algunas pupilas
cuando el cielo sobrevuela nuestras cabezas,
mientras,
muchas otras arden de vida
incendiando inflamables cruces de miradas.
Los muertos vivientes se mueren de risa
al ver a muchos vivos ahogándose
en mares de lágrimas,
y a unos pocos nadando a contracorriente.
Ríe la música en este baile de caretas
porque tu nombre y el mío
danzan desnudos
esquivando metáforas y juegos de palabras.
No sé hace cuántos domingos que el tiempo se detuvo
pero estoy seguro
de que el brillo juguetón de tus ojos
va a conseguir
que mañana
sea un lunes maravilloso.
