Jaleo con jeques en jaque.
¿Kamikazes?
Labios llorando a la luna y
libertad de lágrimas lastrada por lacras.
Multitud de mentes masacradas y
maleables manos muertas por matar.
Numerosas navajas en nucas y
ningún neonazi nadando en napalm.
Ojalá oscuras oligarquías de obispillos obscenos
oxidándose con su objetivo de que olvidemos.
Puede que lo que pida sea pretencioso pero es preciso pelear,
puede que pertenecer a la parte perdedora no parezca gran pesar.
¿Quién quisiera con queroseno quemar
aquellos quejidos que quedan por quebrar?
Representan ratas rastreras y repugnantes reprimiendo el reluciente rubor
de risas entre rejas por rechazar, con razón, el rencor.
Serán sus secuaces de siempre los que silencien al sol,
sombras seremos sublevándonos a tal sinrazón.
Taciturnas tardes teñidas de temor
nos trasportarán a tiempos de transgresión.
Urgen:
universos utópicos y únicos,
venganza y versos,
whisky,
clímax
y yacimientos yermos
de zoquetes.