viernes, 16 de abril de 2021

Papaver rhoeas

Las amapolas ya no crecen.
Nadie sabe qué ha pasado pero las amapolas ya no crecen allí.
El manto rojo que cubría aquel inhóspito lugar en noches de frío y tristeza se esfumó. 

Quizá los segundos erosionaron cada una de sus formas
o la luz dejó de buscar el brillo en sus pétalos y todo oscureció.
Puede que una tempestad de caos las arrancara de raíz
o que se consumieran lentamente a manos de una estrella en una noche de luna.
Igual estaban cansadas de crecer y volaron hacia Nunca Jamás,
buscando tiempos mejores.
¿Haría un ramo con ellas el tiempo para las personas que ya no están
o fue el rocío el que no quiso seguir acariciando su belleza?
Tal vez una plaga de dolor y soledad destrozó su color
o tal vez se march(it)aron por falta de atención.

No hay resquicios de primavera en las grietas de su mundo
Nadie sabe qué ha pasado:
Las amapolas ya no crecen allí.

No intentes reforestar recuerdos,
es campo yermo.
No intentes reforestarlos,
están llenos de olvido.
Las amapolas ya no crecen allí.

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