martes, 9 de febrero de 2016

Catarsis.

Veo la triste superficialidad en manos que buscan cuerpos caducas y creen volar,
la falta de relatividad de la belleza,
la exaltación social de una falsa felicidad.
Huelo sinfonías de quejidos encerrados en almas paranoicas,
paradojas que se esconden en pesadillas que no paran de maravillar,
sueños rotos, dolor.

Mientras,
mis tímpanos saborean silencios perceptibles;
el triste blues que la luna llora porque no sabe cantar,
el estruendo por la tormenta de un bucle abstracto cansado de rutina,
la nana que canta la noche al sol cuando se va,
el galopar de los caballos del viento contra quebradas costillas.

Pierdo segundos de vida
que traen a tan volátil mente sin avisar,
la esencia de la eternidad de un instante,
en el que el todo y la nada,
dejan de existir.

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