miércoles, 14 de octubre de 2015

Quédate.

Frías manos buscan calentarse entre corazones descosidos,
bocas despeinadas buscan caricia en ojos color verde marihuana,
lágrimas a contracorriente de amantes rotos nos llevan bajo un puente,
el más bonito de la ciudad.
Golpea el deseo con fuerza,
la noche suena a rock,
tus caderas bailan a ritmo de mis sueños,
tu pelo está de vicio entre mis dedos,
se emborracha de envidia la luna,
las estrellas no paran de mirarte,
y joder, me encantas.
Te acercas con esa chulería tan tuya,
vuelves a darle una calada a mis miedos
que se consumen mientras una sinfonía de miradas acuchillan la mediocridad de cualquier otra mirada de mujer
y susurras besos en mi oreja,
y besas susurrando el silencio,
que se enamora de ti cada vez que sonríes.
Quédate, por favor quédate,
hasta el día en que lluevan pianos quédate.



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