martes, 6 de octubre de 2015

Títeres.

Tengo una complejidad natural,
que me sumerge en una espiral de altibajos emocionales.
De vez en cuando soy persona,
otras escribo.
Me siento enormemente arrogante por ser yo quien diga que soy complicado
y terriblemente frágil porque sois vosotros los que vais a leer que no soy realmente feliz.
Soy de los que no saben estar solos,
de los que no saben estar acompañados,
de los que no saben estar.
Odio a Cupido a veces,
también creo en cuentos de hadas hasta que vuelvo a estar jodido
y me juro no volver a enamorarme.
¡Já!
Sobrenatural e ineludible amor.
Mi destino es titiritero,
y yo marioneta trapecista
hago equilibrios con las cuerdas que me apresan.
Bajo mi vértigo tu boca,
otro paso en falso,
ya no tengo nada que perder,
¡que empiece la función!


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