jueves, 12 de noviembre de 2015

November rain.

La ciudad se tiñe de una nostalgia palpable,
el cierzo trae consigo una espiral de melodías cicatrizantes,
las gotas de rocío acarician un otoño perenne.

Una niña salta de charco en charco
entusiasmada con sus nuevas botas de agua,
mientras,
el correteo de pies descalzos pule acharoladas aceras
y hace estallar una sonrisa cómplice entre dos (des)conocidos.

Las flores siguen escondidas bajo tu pecho,
los árboles se desvisten,
juegas a besar el sol al despertarte,
le miras las bragas a la luna y ella se enamora de tus ojeras.

Y yo,
sigo caminando en dirección contraria,
deshojando primaveras para encontrar la respuesta,
viviendo al compás del crujir de las horas.

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