domingo, 13 de septiembre de 2015

Sálvese quien pueda.





Corre.
No puedes quedarte aquí parada,
echando raíces entre hojas mojadas,
entre moribundas primaveras
y tristes canciones de amor.
Sal de esta anarquía de versos,
de estos folios ensangrentados con tinta.
No escupas tus entrañas en líricos lienzos,
con finas y retóricas pinceladas.
Huye de libros,
poemas,
musas,
y sobre todo de poetas.
Acércate al precipicio y no te tires,
date media vuelta,
que tu no eres ninguna suicida,
ni ninguna mujer fatal,
no te va eso del amor,
nada de melancolías,
ni de Cupido y esas mierdas.
Aléjate,
que tú aún puedes ser feliz,
que tú ves las letras desde la barrera.

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