lunes, 21 de septiembre de 2015

¿Tienes fuego?

La desolación me pisa los talones y mis piernas sin fuerza piden a gritos dejar de correr.
Mis lagrimales engarrotados no pueden más.
Reté a un pulso a la ilusión y acabé perdiéndola.
Busco un todo o nada con la vida,
o con la muerte,
el amor hace mucho tiempo que me dio la puñalada,
Cupido es un cabrón,
no os quepa duda.
Ya no busco ser Troya para quemarme entre unas piernas,
Venecia hace tiempo que está seca
y tanto camino a Roma me toca los cojones.
Tengo un torbellino de crisis existenciales
y algún que otro pájaro por ahí aleteando.
Mis folios están llenos de altibajos,
las paradojas son pan de cada día
y mis ganas de comerme el mundo
no tienen sitio en un estómago cerrado por insignificantes desgracias,
que no importan a nadie
y me consumen poco a poco,
como un piti que roza tus labios
y me deja inhalar el humo que me lleva a ningún lugar,
a otra muerte anunciada,
siendo totalmente consciente del riesgo que corro.












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