domingo, 20 de septiembre de 2015

Soledad.


Vete,
aléjate de aquí,
lleva tu narcisismo a otra parte,
el síndrome de hibris ha cegado tu apacible tranquilidad.
Llena de un descontrol visceral desprecias mi vida,
idolatras tu influencia sobre mí
y no me gusta que controles mi estado de ánimo,
ya no disfruto a tu lado.
Vete,
deja de torturarme en noches como esta,
mis ilusiones ya están en el desguace,
no pretendas hundirme en una espiral de ruinas,
déjame ya en paz.
Vete,
yo nunca he besado el vacío,
siempre le he tenido miedo a las alturas,
¿y ahora quieres que te abrace?
Estás loca.
No quiero que acaricies con tu ausente presencia mis folios,
es alevosía desmesurada.
Aunque desprendas dura poesía,
estoy harto de que te creas musa por ocupar mis desamparados escritos.
No eres ninguna "femme fatale",
no eres nadie, literalmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario