Cuando estés en tu nube,
a ras de cielo,
preciosa aunque llena de tormentas tormentos.
Recuerda que te quiero.
Cuando tu vida se convierta en un infierno,
y se te seque el cuerpo de tanto llorar,
queriendo salir a flote y no naufragar.
Recuerda que te quiero.
Cuando no aguantes este ritmo frenético,
tus caderas ya no se muevan acompasadamente,
y no suene la alma rota del Robe en mitad del polvo.
Recuerda que te quiero.
Pero sobre todo,
cuando vayas a olvidarme,
París no esté tan bonito,
y estés mejor sóla.
Recuerda que te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario